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PRÉSTAMOS
Consejo de los ángeles:
Todos estamos en deuda con Dios
¿Has prestado algo que no te han devuelto? El dinero suele ser un buen ejemplo. Muchos nos hemos sentido frustrados y resentidos con un amigo o un pariente por una deuda de dinero. ¿Qué es lo mejor que podemos hacer en esta situación? Si reclamamos la deuda, nos exponemos a avergonzar a la otra persona o a ponerla a la defensiva. Si nos callamos, nos arriesgamos a envenenar la relación con un enfado reprimido e indirecto. En esta desagradable circunstancia, los ángeles nos aconsejan relajar nuestro apego al dinero y confiar en que en la medida en que sigamos sintiendo afecto por el deudor, acabemos por recibir nuestro dinero. Muchas personas han tenido la experiencia de recibirlo sin ninguna reclamación cuando han rezado por sus deudores. Los ángeles nos recuerdan que, en cualquier caso, todo lo que recibimos en esta vida es prestado; creer que poseemos de verdad algo no es más que una ilusión. Si necesitamos el dinero prestado, no tenemos más que pedir a Dios que intervenga, ilumine el problema y nos libre del rencor y del miedo. Los ángeles nos prometen que con esta actitud nunca nos faltará aquello que necesitamos.
¿Te debe dinero alguien? ¿En qué ha afectado a tu relación con esa persona? Si estás enfadado con ella, envíale tu energía positiva. Visualiza la transformació n de tu enfado en una gran bola de luz que rodea a tu deudor en un abrazo cálido. Comunícate psíquicamente para decir a esa persona que necesitas el dinero y verás cómo te lo devuelve. Luego envía el asunto a la Oficina de Recaudación de los Ángeles.
Meditación de los ángeles:
Tratándose de préstamos, me remito a la frase que aparece en los dólares: Confiamos en Dios
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